Viernes, Abril 19, 2024

Familia

Para un adecuado Abordaje de la Familia
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En la familia se distinguen un gran número de papeles, algunos surgen bajo la influencia de los factores biopsicosociales, constituyendo los roles operativos tradicionales, otros en cambio, se manifiestan cuando hay patología individual o alteraciones de la funcionalidad familiar, como es el caso de los roles idiosincrásicos.

En esta publicación revisaremos los roles de los integrantes de las familias, consideramos que nuestra publicación anterior: El Rol en la Familia: Roles Familiares, podrás encontrar más información de este tema.

TIPOS DE ROLES DESEMPEÑADOS EN LAS FAMILIAS

  • Tradicionales: Madre, padre, hermanos, abuelos, sobrinos, primos
  • Idiosincrásicos: Hijo parental, chivo expiatorio, reconciliador, responsable, héroe, mártir
  • Instrumentales: Proveedor, protector, orientador, educador, administrador, etc
  • Emocionales o Afectivos
  • Modelos o patrones de conducta



 Las familias tienden a desarrollar especificaciones sobre quién hace qué en el grupo. Los roles instrumentales contribuyen a la distribución de funciones, tareas y rutinas de la vida familiar, por ejemplo, el padre-esposo tradicionalmente se identifica con un rol proveedor y protector de los hijos. En cambio, se considera deseable que la madre-esposa mantenga primordialmente un rol afectivo, aun cuando desarrolle un papel similar al hombre en otras áreas. En este contexto, es claro que todos los miembros de la familia asumen una variedad de roles diferentes, algunos son funcionales (ejemplo: proveedor, el guardián, el vocero, el que limpia) y otras son emocionales (el bromista, el consejero, el doctor, el miembro problema).

Las personas significativas o especiales de la familia ofrecen patrones de conductas o modelos de rol que son imitados por los niños y los preparan para su integración a la sociedad. La figura parental del mismo sexo sirve para identificarse (modelo de desarrollo), mientras que la relación padres-esposos, padres-hijas mayores, conjuntamente con las conductas de los hermanos y otros componentes de la familia, ayudan al aprendizaje de comportamientos relacionados con el sexo (varón, hembra), la edad (patrones conductuales hasta la adultez), la relación hombre-mujer, entre otros. Sin embargo, tales relaciones no serán un modelo adecuado y aceptable si el niño observa en ellas críticas, desprecios o violencia. No debe olvidarse que en su etapa de formación los individuos aprenden por un proceso consciente e inconsciente, que puede conducir al abierto rechazo de una conducta considerada impropia, pero inconscientemente se adoptan o internalizan los patrones de comportamiento indebidos. Resulta interesante que el modelo de rol proporcionado por los padres y otros adultos, puede servir también para la transmisión y modelamiento de patrones conductuales frente a situaciones específicas, tales como mentir o enfermarse para evadir y justificar el incumplimiento de alguna obligación.

ROL MATERNO

Los psicoanalistas están de acuerdo en la concepción clínica de lo que constituye “un buen ejercicio maternal”. La madre debe constituirse en un “medio aprovisionador total” del niño y esta provisión consiste en algo más que la mera satisfacción de necesidades fisiológicas. La madre debe realizar todo lo que el niño es incapaz de hacer por sí mismo: alimentación, vestido, higiene y transporte, añadiendo a la atención maternal un contenido afectivo seguro; es un hecho emocional que se integra y unifica con el hecho físico.

Los analistas no consideran que la mayoría de las madres “normales” tengan dificultades para cumplir lo que prescriben. Sugieren que las mujeres obtienen satisfacción y cumplen las expectativas del rol maternal a un nivel fundamentalmente distinto de experiencia.

La estructura económica de las sociedades contemporáneas ha venido a incorporar en un grado creciente a la mujer en el campo de la producción y esto modifica sustancialmente su rol y por lo tanto la estructura de la familia (esposa-madre; esposa-compañera; esposa-colaboradora); los tres tipos de roles no los desempeña la mujer en forma exclusiva, sino que hay una interrelación permanente entre ellos, aunque siempre será uno el que tiende a predominar. Es motivo de conflicto para la esposa escoger cuál de estos roles es el que va a desempeñar, porque muchas veces son incompatibles. Ello trae, en ocasiones, desconcierto y situaciones de choque para la familia.

ROL PATERNO

Por fortuna han pasado los días en que se ignoraba o minimizaba la contribución del padre al desarrollo de los hijos. La cantidad de cuidado que los hombres brindan a los bebes está aumentando en los países industrializados.
Todos los niños y niñas necesitan modelos de roles. Si no hubieran hombres en la familia, sería importante que el niño viera a los hombres en sus roles masculinos fuera del hogar, dentro del resto de la familia, entre los vecinos, en la comunidad o en un centro de atención infantil.

La presencia de la figura paterna, está relacionada con la misión del padre en el seno de la familia, y en particular, respecto a la relación que ha de establecer con el hijo. La misión quedaría enmarcada dentro de las siguientes características:

  • Ser modelo de identificación para el hijo/hija
  • Ser modelo de masculinidad para el hijo varón
  • Establecer un tipo particular de liderazgo en el interior de la familia
  • Servir de cauce idóneo, aunque no único y exclusivo, para establecer la apertura del hijo hacia la sociedad
  • Desarrollar una concreta acción formativa en la vida del hijo (seguridad, valores, autoridad, disciplina, identidad personal)

ROL DE HERMANO

Los hermanos y hermanas mayores a menudo actúan como modelo y profesores para sus hermanos menores. En estudios se han demostrado que los niños pequeños observan cuidadosamente a sus hermanos o hermanas mayores, con frecuencia cogen sus juguetes que han abandonado o imitan sus acciones. Los hermanos que no se llevan mucha diferencia de edad, a menudo tienen intereses similares, les gustan las mismas cosas y parecen entenderse mutuamente.

  • A pesar de la ambivalencia de las primeras relaciones entre hermanos, la presencia de un hermano puede ayudar al niño a desarrollar la empatía, habiendo cuatro aspectos de la interacción como son:
  • Compartir los mismos padres y situaciones familiares hace que los niños experimenten las mismas emociones
  • Cuando las madres intervienen en las peleas entre hermanos por los juguetes o el trato, suelen fomentar el compartir y la receptividad hacia los deseos, necesidades y sentimientos del otro
  • Observar como los padres recompensan al hermano por ser solidario, o le castigan por su egoísmo o crueldad, ofrece una oportunidad de aprendizaje por observación acerca de las consecuencias de la conducta prosocial o antisocial.
  • El entorno común de los hermanos, la estrecha familiaridad entre sus mundos, la dependencia mutua y la continua interacción pueden hacer más fácil al niño el desarrollar la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

 

BIBLIOGRAFIA

- FAMILIOLOGIA. Confederación Iberoamericana de Medicina Familiar. Maria de Lourdes Solorzano y Cesar Brandt Toro.

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